No existen barreras si deseas con fuerza lo que haces y si, como yo, tienes el gran honor de llevar una estrella siempre a tu lado.
Mi madre, esa que me enseñó a caminar y puso en mis manos la primera cajita de lápices, es hoy compañera inseparable de este proyecto que desde 2017 dio forma a nuestros sueños compartidos.